En esta entrada he intentado juntar dos post en uno, y así saldo deudas pendientes con mis lectores. Realmente la primera parte del post de la diabetes ya queda lejos, de hecho es del año pasado, pero nunca es tarde si la dicha es buena, así que ahí tenéis el enlace por si le queréis echarle un vistazo. Sinceramente para saber por qué funciona un tratamiento antes conviene ver las causas de la diabetes, y yo creo que en esa primera parte están medianamente bien explicadas. http://rubendietetico.blogspot.com.es/2015/12/diabetes-etiologia-ytratamiento.html#more
Una vez que ya sabemos las causas vamos al grano. Y vamos al grano metiendo también la carne.
Cuando nos centramos en estudios observacionales vemos como el simplismo de comer más hidratos nos lleva a diabetes es totalmente falso. Son los productos de origen vegetal, junto con los lácteos, especialmente fermentados los que en estudios observacionales muestran una menor incidencia de diabetes, y son principalmente productos de origen animal como las carnes procesadas, los huevos, las carnes rojas, e incluso carnes de todo tipo y pescados los que presentan generalmente una dosis respuesta. A mayor consumo de estos alimentos, mayor incidencia de diabetes. En la siguiente tabla no aparece el pollo o la carne blanca, porque no he encontrado ningún meta-analisis sobre sus consumo y la incidencia de diabetes, pero en las diferentes cohortes, sobre todo la carne de pollo no procesada se observa un carácter neutro.
Alimento
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Riesgo Relativo Diabetes segun Meta-análisis de estudios de Cohortes
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Huevos
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1,42
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Carne roja
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1,19
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Pescado
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1,15
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Carne Procesada
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1,51
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Lácteos
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0,89
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Adentrémonos en los resultados de los estudios de cohortes más importantes.
El EPIC es el estudio prospectivo más importante de Europa en el que se estudia la relación entre nutrición y enfermedad. Más de 100 científicos siguieron a 521.000 personas de diez diferentes países europeos. Y sí, tambien de España. Y después de seguir a todas estas personas por 12 años se observó que la carne, y especialmente la carne procesada se relacionaba positivamente con la incidencia de diabetes tipo 2, y que el consumo de verduras y de frutas (sí de frutas aunque tengan muchos hidratos), se asociaba con protección frente a esta enfermedad. De hecho tanto la glucosa como la fructosa se asociaron a menor incidencia de diabetes en este estudio. Y resulta que no hay estudios de intervención en el que se observe un empeoramiento de los pacientes con diabetes que comen fruta, de hecho lo que se suele observar es lo contrario. En el EPIC se observó que si se remplaza solo un 5% de la energía procedente de la grasa animal por fruta se reducían las posibilidades de padecer diabetes en un 30%.
Resulta curioso como entre los adventistas
americanos, una de las cohortes más estudiadas del mundo, sean los veganos los que presentan una menor incidencia de
diabetes (2,9%), mientras que la carne es un factor independiente para ésta y los omnivoros en esta cohorte tiene más del doble de posibilidades de padecer diabetes (7,6%) incluso teniendo en cuenta que comen menos carne que el resto de americanos.
Los investigadores de esta cohorte encontraron que un consumo semanal de carne en un periodo de 17 años aumenta las posibilidades de padecer diabetes en un 74% comparandolo con los vegetarianos. Esta correlación se mantenía incluso cuando se controlaba a la muestra por peso. Así el consumo de carne se correlacionaba con la incidencia de diabetes aún en aquellos que no habían ganado peso y se mantenían delgados.
En otro estudio de cohortes, el de mayor duración realizado hasta la fecha en Estados Unidos realizado por los investigadores de la Universidad de Harvard (Nurses' Health Study and Health Professionals Follow-up Study), en el que en su primera fase se siguió a 122.000 enfermeros y enfermeras empezando en 1976 y en su segunda a 116.000 enfermeros/as desde 1989 y también el "The Health Proffesionals Follow-up Study" con un seguimiento de 51.000 profesionales de salud, nos muestras más de lo mismo. Una vez más, aumentar el consumo de carne, y solo media ración al día, aumenta el riesgo de consumir diabetes en un 48%.
Otro estudio prospectivo muy importante es el Women's Health Initiative, en el que se siguió a 37.000 mujeres por 8 años. De nuevo se observa correlación entre proteina de origen animal y incidencia de diabetes, especialmente con carne procesada como el hot dog y el bacon. De hecho la relación es mucho mayor entre carne procesada y diabetes que entre azúcar y diabetes.
En el "The Multietnic Cohort" se siguió a una cohorte de 30.000 caucásicos, 35.000 Japoneses-americanos y 10.000 hawaianos nativos y los que más carne roja consumieron tuvieron un riesgo relativo mayor de 1,43 (hombres) y 1,30 (mujeres) que los que menos carne roja consumían, y respecto a la carne procesado los datos fueron todavía peores (RR 1,57 y RR 1,45).
Respecto a estudios epidemiológicos, se han hecho muchos mas alrededor del mundo, que confirman la correlación entre un mayor consumo de carne, especialmente procesada, y diabetes, al igual que una protección de dietas basadas en plantas, cómo la dieta tradicional mediterránea, la dieta tradicional japonesa o la dieta vegetariana.
Y más que la carne en diabetes nos podríamos centrar también el hierro hemo, o en los niveles de ferritina en sangre. Por ejemplo existe una enfermedad, la hemocromatosis, en la que los niveles de
hierro en sangre son extremadamente altos. Y estos niveles tan elevados de
hierro llevan a una reducción en la sensibilidad a la insulina y a una
intolerancia a la glucosa, en personas delgadas. Es
una paradoja, pero personas a primera vista sanas, muestran problemas
serios con sus niveles de glucosa en sangre.
Es verdad que la gran parte de nosotros no padecemos esta
enfermedad, la cual, al parecer, fue una
forma de adaptación genética debido al cambio de una alimentación de
cazadores-recolectores a una alimentación de agricultores con una base
principal en cereales y un aporte significativamente menor de hierro tipo hemo (encontrado en alimentos de origen animal).
En esas circunstancias dicha adaptación proporcionaba una superioridad con respecto a otros individuos, pero a día
de hoy, en un ambiente en los que los alimentos de origen animal están presentes
en la mayoría de nuestras comidas, esa antigua ventaja ha pasado a ser enorme
desventaja.