domingo, 3 de febrero de 2019

¿Puede la dieta prevenir la diabetes?



Nutrianarquia vuelve al blog tras su post del vino. Ha pasado más de un mes, y no han cambiado muchas cosas. Estuve 20 días de vacaciones, lo que me permitió hacer casi un post diario en Instagram, leer un par de libros, y seguir con un proyecto poco científico, pero en el que me río un montón y me lo paso muy bien. Este proyecto que comparto con Gus, se llama Anarkomida y creo que seguiremos en él hasta que dejemos de reírnos, y esperemos que no sea pronto.



La verdad es disfruto mucho más haciendo este tipo de programas que cuando me hacen entrevistas serias, pero bueno, creo que hay tiempo para todo, y que siempre que quieran contar conmigo y disponga de tiempo para cualquier entrevista, me encontrarán. Hay tiempo para reír y tiempo para aprender. Así que gracias a Carlos de Fitman Power por contar conmigo y a Carlos Otero de Fittarados por proponerme una futura entrevista.

En este tiempo he seguido las redes, como siempre, y ahora más con Anarkomida, y me han dado ideas para nuevos posts. No estamos hablando de post de ira, que ahora irán más en mi cuenta de Instagram, sino de post más currados que no se escriben en un calentón de 5 minutos por alguna parida que escriba algún influencer en Twitter, sino que exigen algunos días de investigación.

Y me gustaría profundizar en el tema de la detoxificación, y escribir un post sobre el zumo de naranja. Sin haber profundizado excesivamente sobre estos dos temas, creo que el zumo de naranja exprimido no es un problema de salud pública, como así lo ven algunos, y que, sobre todo, algunas plantas si podrían ayudar en ese proceso de detoxificación. Pero es un tema complejo, en el que necesitaré tiempo para profundizar y desarrollarlo. Creo que es muy simple decir: podemos comer lo que queramos que para eso tenemos al hígado y a los riñones que hacen esa función. 

Paridas de Influencers

Y lo de que el zumo es igual o peor que la fanta o la coca cola, tiene tela. Desde luego que sabiendo que el consumo de bollería, bebidas edulcoradas, energizantes, carnes procesadas y comida basura que se da en la actualizad, centrarnos en satanizar al zumo natural de naranja, o a alimentos como el jamón de bellota (con un consumo pírrico entre la población de clase media y nulo en clase baja), la miel, de la que ya hablé en un post de dietética sin patrocinadores link y al vino (del cual escribí recientemente).Link  Link

La miel, el zumo de naranja, el jamón y el vino como los 4 Jinetes del Apocalipsis. RADICALISMO NUTRICIONAL


De mis temas preferidos en nutrición, y de los que más he escrito en este blog son la diabetes y las enfermedades autoinmunes. Hoy volveremos al tema de la diabetes con una traducción de un paper recién publicado sobre prevención y diferentes tipos de dieta.

Aunque quizás en un principio, lo más lógico para la prevención y el tratamiento de una enfermedad que cursa con intolerancia a la glucosa e hiperglucemia sea reducir los carbohidratos, eso es un parche y no es ir a la causa del problema, del cual ya hemos hablando en muchas ocasiones en los distintos post que he escrito en este blog sobre el tema. Está claro que un enfoque de dieta saludable baja en hidratos de carbono puede ser un buen abordaje tanto para la prevención como para el tratamiento de la diabetes, aunque hay otros, como veremos, igualmente válidos. 

¿Todavía crees que sólo hay una dieta equilibrada?¿Te has tragado lo de los macros?


Porque cualquier dieta saludable, independientemente de sus macros, va a ayudar a mejorar tu salud, aunque los que me seguís desde hace tiempo, seguro que pensáis que la dieta es solo un punto para mejorar la salud, y si mejoramos ésta, pero seguimos sellados al sofá, viendo tele todo el día en lugar de saliendo a dar un paseo y a exponernos al sol en estas fechas invernales, si seguimos aburridos con pensamientos negativos en lugar de teniendo proyectos de futuro, si seguimos solos en casa en lugar de riéndonos con nuestra pareja, familia o amigos, si seguimos desmotivados en un trabajo que odiamos en lugar de buscar un futuro que nos atraiga, poco mejorará nuestra salud.

Bueno al lío: La autora del paper es Maria Ida Maiorino, endocrinóloga y doctora en metabolismo en la Universidad de Nápoles. No cuento con su consentimiento para hacer la traducción, así que no seais mala gente y no denunciarme, que suficiente tiene NutriAnarquía con las amenazas de Il Gran Capo.

El paper se titula: Puede la dieta prevenir la diabetes. Creo que es sencillo de entender para cualquier persona con una base mínima en ciencia, espero que os guste y cualquier cosa en la que no estéis de acuerdo, os invito a escribirla abajo en la sección de comentarios. Empezamos

1. Introducción

Cuatrocientos quince millones de adultos en todo el mundo vivían con diabetes en 2015 (prevalencia global del 8,8%), y se estima que estos datos aumentarán a más de 642 millones para 2040 (1). Hace poco más de diez años (Atlas de Diabetes, tercera edición, 2006), las misma federación internacional de diabetes, los autores del Atlas, proyectaron el número de personas con diabetes a 380 millones para 2025, un número que ya tristemente ha sido superado en la actualidad.

Desgraciadamente las previsiones se van quedando cortas


Realmente, la diabetes parece una epidemia fuera de control. Estas cifras también cuentan con el apoyo del informe de colaboración de factores de riesgo de enfermedades no transmisibles (NCD, por sus siglas en inglés) de 2014, que estimó que 422 millones de personas en todo el mundo vivían con diabetes, lo que indica que la epidemia se ha multiplicado por 4 en los últimos 35 años (2).

 La lista de los principales factores de riesgo para enfermedades no transmisibles incluye múltiples componentes de la dieta, y las malas dietas constituyen el principal impulsor de la carga mundial de enfermedades (3). Por el contrario, las intervenciones nutricionales centradas en los cambios en el estilo de vida dirigidas a reducir la pérdida de peso son efectivas para evitar la progresión hacia la diabetes tipo 2 en personas con alto riesgo de desarrollar diabetes (4-7).

La Asociación Americana de Diabetes (ADA) no recomienda ninguna dieta en particular para prevenir la diabetes tipo 2 (4): sin embargo, una variedad de patrones de alimentación han demostrado ser modestamente eficaces en el control de la diabetes, incluido el estilo mediterráneo, el estilo de los Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión (DASH, por sus siglas en inglés), los patrones basados ​​en plantas (veganos o vegetarianos), dietas bajas en grasa y bajas en carbohidratos (8).

Incluso una dieta baja en grasas puede ser saludable, aunque si cambiamos
margarina por aceite de oliva virgen, lo será aún más. 


En este paper, intentaremos analizar el efecto de las dietas saludables en la incidencia de la diabetes tipo 2.

¿Qué es una dieta saludable?

  Una dieta saludable debe incluir los muchos componentes que se consideran beneficiosos para el riesgo cardio-metabólico, incluidos todos los tipos específicos de grasas, carbohidratos y proteínas. Las dietas asociadas con la prevención de la diabetes tipo 2 suelen compartir componentes comunes, que incluyen una mayor ingesta de verduras, frutas, frutos secos, cereales integrales, legumbres, aceites y proteínas saludables y un consumo reducido de carnes procesadas y bebidas azucaradas.

Por ejemplo, si nos referimos a las características distintivas de la dieta mediterránea, podríamos hablar del gran consumo de alimentos de origen vegetal, con el aceite de oliva como principal fuente de grasa y un consumo de bajo a moderado de vino en las comidas (9). La dieta DASH es una dieta baja en sodio, mientras que una dieta “prudente” se refiere a un patrón alimentario alto en frutas, verduras, pollo, pescado, granos enteros y legumbres, y reducido en consumo de carnes rojas, harinas refinadas y refrescos azucarados (8).

Como los patrones dietéticos saludables representan la suma de muchos componentes saludables, no es sorprendente que la mayoría, si no todos, de estos componentes individuales, incluidos los alimentos derivados de plantas, mínimamente procesados (frutas, verduras sin almidón, legumbres, nueces y semillas) , están constantemente vinculados a la reducción de la incidencia de diabetes en estudios prospectivos (10).

Sí, la dieta mediterránea tiene vino, aunque le exploten los ojos a algunos. 


3. Todas las dietas saludables previenen la diabetes tipo 2

  Hasta ahora, la evidencia acumulada de que la dieta per se puede prevenir la diabetes proviene principalmente de estudios prospectivos de cohortes a largo plazo (hasta 23 años), aunque solo se dispone de un ensayo aleatorizado (11). En el estudio Prevención con Dieta Mediterránea (PREDIMED), un gran ensayo de intervención nutricional para la prevención cardiovascular primaria en personas con alto riesgo cardiovascular, 418 sujetos no diabéticos fueron asignados al azar a una supuesta dieta baja en grasas o a una de las dos dietas mediterráneas, complementadas con o bien aceite de oliva virgen libre o frutos secos (11). Tras un seguimiento de 4 años, la incidencia de diabetes se redujo en un 52% en los sujetos asignados a la dieta mediterránea, en comparación con el grupo control (11).

  Los patrones dietéticos saludables, independientemente de su nombre o siglas, se asocian con una incidencia reducida de diabetes tipo 2. El grafico que podéis ver a continuación resume los resultados de seis metanálisis (12-17) de estudios prospectivos que muestran una reducción significativa, que va del 15% al 33%, de la incidencia de diabetes con una mayor adherencia a dietas saludables. Esta asociación parece ser independiente de una variedad de factores de confusión, incluso ajustando por el estado peso (sobrepeso, obesidad) de los pacientes en el momento de la inscripción al estudio.

Diferentes tipos de dietas saludables previenen igualmente la aparición de diabetes



El efecto preventivo sobre la diabetes es similar en las dietas saludables.

 Parece que no hay diferencias significativas entre las magnitudes del efecto de diferentes tipos de patrones de alimentación saludables en la incidencia de la diabetes. En particular, la dieta mediterránea tiene la evidencia más abundante proveniente de 10 estudios prospectivos con 19,663 casos y una reducción del riesgo del 23% (14), mientras que la dieta DASH (Enfoque dietético para reducir la hipertensión) presenta una evidencia más limitada con 3 estudios de cohortes, 3415 casos y una reducción del riesgo del 27% (13).

Las dietas saludables funcionan en cualquier latitud.

  Estas dietas funcionan en todo el mundo. Su efecto en la reducción del riesgo de diabetes fue similar para los estudios prospectivos que incluyeron EE. UU. (24% de riesgo reducido, 7 cohortes con 10047 casos), Europa (25% de riesgo reducido, 5 cohortes con 4097 casos), Asia (16% de riesgo reducido, 7 cohortes con 6166 casos) y Australia (17% de riesgo reducido, 1 cohorte con 365 casos) (13). La dieta mediterránea se evaluó específicamente en dos meta-análisis (13, 16) y produjo una reducción media del 20% en la incidencia de diabetes.

Los sujetos de alto riesgo son los que más benefician

 Las dietas saludables parecen funcionar mejor en sujetos de alto riesgo. En los participantes con mayor riesgo de desarrollar diabetes (diabetes gestacional previa, infarto de miocardio previo, pacientes con factores de riesgo cardiovascular), la adherencia a una dieta mediterránea se asoció inversamente con el desarrollo de la diabetes (35% de riesgo reducido, 3 cohortes), en comparación con el 17% de reducción de riesgo de participantes aparentemente sanos (7 cohortes) (13). Estas cifras también fueron similares cuando se compararon patrones dietéticos saludables (31% frente a 14%).

 Los resultados de Women´s Health Initiative (18), que evaluaron a 101,504 mujeres posmenopáusicas estadounidenses seguidas durante aproximadamente 15 años con 10.815 nuevos casos de diabetes tipo 2, concuerdan con los datos presentados en los meta-análisis. Las personas con mayor puntuación en adherencia a los patrones de alimentación saludable tuvieron un riesgo significativamente menor de diabetes tipo 2 en comparación con las personas con una menor puntuación, o una peor dieta.

Se ha observado un menor riesgo de diabetes del 15% utilizando el índice de adherencia a dieta mediterránea, un 17% con el índice de alimentación saludable, el 22% con el índice de alimentación saludable alternativa y el 26% con el índice de adherencia a la dieta DASH. Estos porcentajes de reducción se encuentran dentro de los intervalos de confianza del 95% del tamaño del efecto combinado de los patrones dietéticos saludables en la incidencia de diabetes (reducción del 14% al 26%).

También se observó un menor riesgo de desarrollar diabetes en los participantes del Adventist Health Study-2 (19), 15,200 hombres y 26,187 mujeres en todos los EE. UU. y Canadá, con 616 casos diagnosticados con diabetes y donde la reducción del riesgo varió de 62% en veganos, un 32% en ovolactovegetarianos y un 51% en dietas semi-vegetarianas (flexitarianas).

También los vegetarianos y veganos pueden reducir su riesgo de diabetes


Conclusión

A la luz de la gran cantidad de factores cardio-metabólicos que pueden mejorarse mediante los hábitos alimentarios, podemos considerar a la dieta como un medio confiable para reucir la incidencia de diabetes futura. El patrón dietético óptimo para reducir el riesgo cardiovascular podría ser uno que enfatice el consumo de frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado, aves de corral y un consumo moderado de productos lácteos y grasas saludables para el corazón (20). Además, en lo que se refiere a la muerte atribuible a determinados factores de riesgo conductuales y dietéticos, las dietas bajas en frutas ocupan el tercer lugar (entre 13), mientras que las dietas bajas en frutos secos y semillas, bajas en vegetales, bajas en cereales integrales y bajas en pescado ocupan el lugar 9, 11, 12 y 13, en la clasificación, respectivamente (21).

 La OMS propone enfoques multisectoriales basados ​​en la población para ayudar a reducir los factores de riesgo para la diabetes en la población general (http://www.who.int/diabetes/global-report/en/).

La regulación del sistema alimentario (políticas comerciales, comerciales y subvenciones agrícolas) también es importante para promover una alimentación más saludable.

 Las dietas saludables para combatir la diabetes funcionan en cualquier latitud, en diferentes grupos raciales y etnias, en la población con mayor riesgo de diabetes, así como en la población general.

La diabetes no es cosa sólo de nutricionistas, es un problema grave de salud publica
 que no mejorará sin la unión de todos. 


Por último y no por ello menos importante, la promoción de una alimentación saludable debe comenzar a una edad temprana e implicar a los mayores estratos sociales de la población.

Bibliografía


1) International Diabetes Federation. IDF Diabetes Atlas, Seventh edition; 2015 update. (2016). http://www.diabetesatlas.org/accessed 30/08/2016.
2) Editorial. Beat diabetes: an urgent call for global action. (2016). Lancet, 387, 1483.
 3) International Food Policy Research Institute. 2016. Global Nutrition Report 2016: From Promise to Impact: Ending Malnutrition by 2030. (2016). Washington, DC. http://globalnutritionreport.org/accessed 30/08/2016.
4) American Diabetes Association. (2016). Prevention or delay of type 2 diabetes. Diabetes Care, 39 (Supplement 1), S36-S38.
 5) Tuomilehto, J., Lindstrom, J., Eriksson, J.G., Valle, T.T., Hamalainen, H., Ilanne-Parikka, P., Laakso, M., Louheranta, A., Rastas, M., Salminen, V., Uusitupa M; Finnish Diabetes Prevention Study Group. (2001). Prevention of type 2 diabetes mellitus by changes in lifestyle among subjects with impaired glucose tolerance. New Engl J Med, 344, 1343–50.
6) Knowler, W.C., Barrett-Connor, E., Fowler, S.E., Hamman, R.F., Lachin, J.M., Walker, E.A., Nathan, D.M.; Diabetes Prevention Program Research Group. (2002). Reduction in the incidence of type 2 diabetes with lifestyle intervention or metformin. New Engl J Med, 346, 393–403.
7) Ramachandran, A., Snehalatha, C., Mary, S., Mukesh, B., Bhaskar, A.D., Vijay V.; Indian Diabetes Prevention Programme (IDPP). (2006). The Indian Diabetes Prevention Programme shows that lifestyle modification and metformin prevent type 2 diabetes in Asian Indian subjects with impaired glucose tolerance (IDPP-1). Diabetologia, 49, 289–97.
8) Evert, A.B., Boucher, J.L., Cypress, M., Dunbar, S.A., Franz, M.J., Mayer-Davis, E.J., Neumiller, J.J., Nwankwo, R., Verdi, C.L., Urbanski, P., Yancy, W.S. Jr. (2014). Nutrition therapy recommendations for the management of adults with diabetes. Diabetes Care, 37 Suppl 1, S120-43.
9) Esposito K, Maiorino MI, Bellastella G, Panagiotakos DB, Giugliano D. (2016). Mediterranean diet for type 2 diabetes: cardiometabolic benefits. Endocrine, 2016 doi: 10.1007/s12020-016-1018-2
10) Mozaffarian, D. (2016). Dietary and policy priorities for cardiovascular disease, diabetes, and obesity. A comprehensive review. Circulation, 133, 187-225.
 11) Salas-Salvadó, J., Bulló, M., Babio, N., Martínez-González, M.Á., Ibarrola-Jurado, N., Basora, J., Estruch, R., Covas, M.I., Corella, D., Arós, F., Ruiz-Gutiérrez, V., Ros, E; PREDIMED Study Investigators. (2011). Reduction in the incidence of type 2 diabetes with the Mediterranean diet: results of the PREDIMED-Reus nutrition intervention randomized trial. Diabetes Care, 34, 14-9.
12) Esposito, K., Kastorini, C.M., Panagiotakos, D.B., Giugliano, D. (2010). Prevention of type 2 diabetes by dietary patterns: a systematic review of prospective studies and meta-analysis. Metab Syndr Relat Disord, 8, 471-6.
13) Esposito, K., Chiodini, P., Maiorino, M.I., Bellastella, G., Panagiotakos, D., Giugliano, D. (2014). Which diet for prevention of type 2 diabetes? A meta-analysis of prospective studies. Endocrine, 47, 107-16.
14) Koloverou, E., Esposito, K., Giugliano, D., Panagiotakos, D. (2014). The effect of Mediterranean diet on the development of type 2 diabetes mellitus: a meta-analysis of 10 prospective studies and 136,846 participants. Metabolism, 63, 903-11.
15) Alhazmi, A., Stojanovski, E., McEvoy, M., Garg, M.L. (2014). The association between dietary patterns and type 2 diabetes: a systematic review and meta-analysis of cohort studies. J Hum Nutr Diet, 27, 251-60.
16) McEvoy, C.T., Cardwell, C.R., Woodside, J.V., Young, I.S., Hunter, S.J., McKinley, M.C. (2014). A posteriori dietary patterns are related to risk of type 2 diabetes: findings from a systematic review and meta-analysis. J Acad Nutr Diet, 114, 1759-75.e4.
17) Schwingshackl, L., Missbach, B., König, J., Hoffma, G. (2015). Adherence to a Mediterranean diet and risk of diabetes: a systematic review and meta-analysis. Public Health Nutr, 18, 1292-9.
18) Cespedes, E.M., Hu, F.B., Tinker, L., Rosner, B., Redline S, Garcia L, Hingle M, Van Horn L, Howard BV, Levitan EB, Li W, Manson JE, Phillips LS, Rhee JJ, Waring ME, Neuhouser ML. (2016). Multiple healthful dietary patterns and type 2 diabetes in the women’s health initiative. Am J Epidemiol, 183, 622–33.
19) Tonstad, S., Stewart, K., Oda, K., Batech, M., Herring, R.P., Fraser, G.E. (2013). Vegetarian diets and incidence of diabetes in the Adventist Health Study-2. Nutr Metab Cardiovasc Dis, 23, 292–99.
20) Anand, S.S., Hawkes, C., de Souza, R.J., Mente, A., Dehghan, M., Nugent, R., Zulyniak, M.A., Weis, T., Bernstein, A.M., Krauss, R.M., Kromhout, D., Jenkins, D.J., Malik, V., Martinez-Gonzalez, M.A., Mozaffarian, D., Yusuf, S., Willett, W.C., Popkin, B.M. (2015). Food consumption and its impact on cardiovascular disease: Importance of solutions focused on the globalized food system. A report from the workshop convened by the World Heart Federation. J Am Coll Cardiol, 66, 1590–614.

21) Ezzati, M., Riboli, E. Behavioral and dietary risk factors for noncommunicable diseases. (2013). N Engl J Med, 369, 954-64.



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