Desinformación

Hoy vuelvo al blog. Y vuelvo gracias a un “interesante” artículo de prensa escrita que me acaban de pasar y que ha desatado mi estupor e indignación. El artículo se titula: el infarto y los malos hábitos del desayuno están relacionados. Pasemos a ver cómo llega el artículo a esa conclusión y las afirmaciones que contiene. Por lo visto se ha realizado en el Hospital de Sant Joan en Alicante un estudio transversal. El artículo cita el tipo de estudio, pero claro, la gente de la calle no tiene ni puta idea de si es mejor un estudio transversal, si es mejor un estudio de cohortes, o un ensayo clínico aleatorizado. Y sí, este tipo de estudios son los peores para establecer causalidad. Pero claro, eso no interesa decirlo, es mejor poner una palabra que el común de los mortales no entienda y le dé un aspecto de seriedad y rigor al artículo y listo. 

El artículo comienza predisponiendo al lector claramente de que si no quieres morir joven, el desayuno es imprescindible. “La omisión del desayuno se ha asociado en diversos estudios con una mayor prevalencia de factores de riesgo y una incidencia de infarto hasta un 27 por ciento superior con respecto a las personas que sí desayunan”. Los estudios no se citan, así que nuestro deber es creer al articulista o doctor que ha hecho esta afirmación, pero digámoslo todo, “se ha asociado” no implica que sea causa. Os podré un ejemplo, imaginemos que en un estudio se ve que los niños que toman más chuches son más delgados. Pero si profundizamos en el estudio vemos que también son los que más actividad física hacen y los que toman más frutas y verduras. Entonces, ¿cuál será la causa de que los niños sean más delgados, el que tomen muchas cuches, o el resto de los factores?

Tras la afirmación analizada, el periodista pasa a describir el estudio. Tengamos en cuenta que se concluye que los malos hábitos de desayuno están relacionados con el infarto, ya que se hace una encuesta de 10 items a pacientes ingresados por infarto coronario agudo. La encuesta es sobre adherencia a dieta mediterránea, que por su puesto es la dieta más chachi piruli del firmamento. Y ¿qué se vio en esa encuesta? Pues que el 24% de los pacientes con síndrome coronario no desayunaban habitualmente, y el 42% tenían un hábito “incorrecto” en el desayuno. Estas personas “casualmente” fumaban más y eran más sedentarias. Sigamos con el artículo, que lo que viene tiene chicha. El subtema que sigue tiene cómo título: necesidad de un desayuno correcto. Y empiezan diciendo que en vistas a los resultados de este estudio (recordemos, un estudio transversal) llevan a los profesionales a resaltar la NECESIDAD de un desayuno correcto, ya que es vital en nuestra saciedad, precede del periodo más largo de “ayuno”, y proporcional una ingesta calórica que el cuerpo necesita para su correcto funcionamiento. Todas esas afirmaciones sin el debido respaldo científico, se hacen sin citar lo realmente importante del estudio, que cuidado con los malos hábitos de vida, con el tabaco, con el sedentarismo y con comer mal. Aquí parece que el desayunar o no desayunar es lo único que importa para evitar los infartos. El artículo sigue con el párrafo que más me gusta. El un párrafo top, para enmarcar. Sentaos por favor y lean: “La omisión del desayuno, según el estudio, provoca que el cuerpo active otras vías metabólicas y recurra a otras reservas de energía no adecuadas, liberando ácidos grasos depositados en el hígado y en los músculos, altamente tóxicos para la pared vascular y relacionados con la aparición de diabetes”.

Esto para mi es un claro alegato a la obesidad, a la diabetes y un atentado a la salud pública. Es condenar a que el cuerpo solo utilice la vía glucolítica porque para algunos las grasas no son un combustible adecuado. Y falseando totalmente la evidencia científica existente. Precisamente si conseguimos liberar esos ácidos grasos depositados en hígado, páncreas y músculos y utilizarlos como fuente energética aumentaremos brutalmente nuestra sensibilidad a la insulina, e incluso podremos revertir la diabetes tipo 2, que en gran parte es debida por la lipotoxicidad que produce esa acumulación de grasa ectópica en dichos órganos. En los dos últimos párrafos del texto el doctor Cordero nos vuelve a recordar la importancia de adquirir el hábito de sentarse 10 minutos todos los días para desayunar, y se nos define un desayuno ideal. Me encanta la definición que se hace del desayuno ideal. “El desayuno ideal debe contener líquido y estar acompañado de alimentos sólidos”. Ya sabéis, sí decidís desayunar unos frutos secos y un par de piezas de fruta, hay que meterle líquido sí o sí, si quieres que tu desayuno sea un buen desayuno. Resulta muy curioso que se afirme que entre los aportes nutricionales necesarios para el organismo están alimentos tales como el pan, los cereales (se supone que si hablan de desayuno, ser referirán a los cereales de desayuno), y las galletas integrales.

Desayuno recomendado

Y ¿por qué consideran imprescindibles para el organismo a estos alimentos? Pues porque tienen hidratos de carbono de absorción rápida. Vamos que parece que si no le metemos un chute de glucosa o azúcar al cuerpo de buena mañana no podemos rendir, o peor aún si no le metemos todos esos hidratos, de cuanta mayor absorción mejor, empezaremos a utilizar esa odiada grasa como combustible y la diabetes estará mucho más cerca de nosotros. Personalmente me siento totalmente frustrado cuando veo este tipo de artículos. Realmente nos cuesta mucho trabajo llevar un mensaje a la población basado en la ciencia, sin sesgos, sin manipulaciones, y luego viene está gente, que llega a muchas más personas que muchos de nosotros y lo jode todo. Y es indignante que para hablar sobre temas de nutrición se acuda a los cardiólogos, que seguramente sabrán mucho sobre cardiología, pero sobre nutrición humana y dietética tienen un conocimiento por lo general muy pobre. Esperemos que en un futuro no muy lejano, profesionales de la alimentación tales como el dietista, y el dietista-nutricionista sean reconocidos de una vez, y pinten algo tanto en la sociedad en general, como en la sanidad pública y a la hora de establecer las políticas sanitarias de nuestro país. Y esperemos también que las universidades españolas se vacíen de catedráticos dinosaurios desactualizados que llevan viviendo 30 años formando a los D-N con el estudio de los 7 países como única base, y propagando la dieta equilibrada del 55-30-15. Pero este es otro tema.

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