Regreso al blog pero con un artículo super breve. Tras los resultados del estudio del café en el que ha habido división en redes observándose por un lado divulgadores entusiastas cafeteros y por otro lado influencers de los que quedaba claro que ni Nesspreso ni Marcilla les pagaban nada, o que para que me entendáis mejor, parecían tener cierto sesgo o muchas reticencias en contra del café
Pero como ya sabéis aquellos que me seguís, yo además de leer algunos artículos de prensa generalista, también me muevo un poco por artículos científicos, y ayer mismo salió uno en Annals of Internal Medicine que me pareció super sencillo y bastante objetivo, por lo que sin la respectiva autorización, pero por supuesto citando la fuente de la información link, he decidido traducir a la lengua de Cervantes. Vamos allá:
El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo.
Algunos estudios han encontrado que beber más café se asocia con un menor
riesgo de muerte.
Estos estudios han incluido principalmente poblaciones blancas,
y no está claro si esta asociación se encuentra entre otros grupos raciales. Además, la relación entre el consumo de café y el riesgo de muerte puede
diferir según la forma en que se prepara el café.
¿Por qué los investigadores hicieron estos dos grandes estudios
sobre el café?
Querían determinar si la asociación entre el consumo de
café y el riesgo de muerte difería según la etnia y las diferencias en la
preparación del café entre diferentes culturas.
¿A quién estudiaron?
Uno de los estudios incluyó a más de 185,000 adultos de
muy diferentes etnias
(Afroamericanos, latinos, nativos hawaianos, japoneses
americanos y blancos).
El segundo estudio incluyo a más de 520.000 adultos de 10
países europeos distintos, donde las personas solían reparar el café de diferentes
maneras.
¿Cómo se realizaron los estudios?
En ambos estudios, los autores preguntaron a los participantes
si bebían café y su forma de preparación. También preguntaron sobre otros
factores que podrían influir en su salud como por ejemplo si fumaban tabaco, su
nivel educativo, actividad física, si padecían de enfermedad cardíaca,
diabetes, etc,.
Luego siguieron a los participantes durante varios años
para ver cuántos murieron y si la tasa de mortalidad era diferente para
aquellos que habían reportado beber mayor cantidad de café.
¿Qué encontraron los investigadores?
En ambos estudios, las personas que reportaron tomar más
café tendieron a vivir más tiempo que los que reportaron beber menos. Esto fue
así tanto en afroamericanos, japoneses, americanos, latinos, como en blancos.
Este hallazgo no difirió entre los 10 diferentes países. Se observaron menores tasas
de mortalidad por diferentes enfermedades entre los que bebían más café que entre
aquellos que no tomaban café, aunque la mortalidad por cáncer de ovario fue
algo superior.
¿Cuáles fueron las limitaciones de los estudios?
Estos estudios se basaron en un solo informe de la
frecuencia con que los participantes bebían café, que podría haber cambiado a
lo largo de los años en que estas personas fueron seguidas.
Además, aunque los investigadores trataron de explicar
esto, las personas que dicen que beben mucho café podrían tener otros hábitos
de vida que difieran de las que no lo beben y éstos afectar positivamente a su
salud.
¿Cuáles son las implicaciones de los estudios? Conclusión:
Aunque beber café no puede ser recomendado como bueno para
su salud en base a estudios observacionales, los estudios sugieren que para la
mayoría de las personas, no se producirá ningún tipo de daño a largo plazo por
consumir café.
Mi conclusión: Si tienes manía al café, no te sienta bien, simplemente no te gusta, o la única forma de tomarlo implica 8 cucharadas de azúcar blanca, sobrevivirás sin tomar café. De verdad, hay cosas millones de veces peores.
Si por el contrario el café no te altera, no te impide dormir bien, si te encanta, ánimo...disfrutalo, quizás incluso consigas mejorar tu salud y prevenir futuras enfermedades.
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