lunes, 30 de julio de 2018

Busca, compara, debate, infórmate y no dejes que piensen por tí. Reflexión postvacacional



Por fin, vuelvo al blog. Han sido muchos meses de ausencia. Mi última entrada fue simplemente una traducción de un post maravilloso de Malcolm Kendrick, pero la ultima vez que escribí algo personal, algo propio, fue hace mucho mucho tiempo.

Muchas veces la vida son prioridades, y estímulos. Y cuando estás pensando en otras cosas, pues quizás es más difícil centrarse en otras. Hoy ya no tengo pareja, y como consecuencia tengo más tiempo libre, y en vez de pensar en mi próximo viajecito, o en mi próximo encuentro amorosil, pienso en otras cosas, y como soy muy nutrifriki, pues muchas de esas, como es normal, son de nutrición.

Los que me conocen, o bien personalmente, o me vienen leyendo en twitter y en mi blog desde hace años sabrán que yo no he sido nunca un nutri “normal”. Mi “instinto” me ha llevado a ir muchas veces contra-corriente. Os explico, si en la universidad se nos enseñaba que los cereales y los hidratos de carbono debían ser la base de la alimentación, mis compañeros trapicheábamos con libros “paleo” y yo empecé a seguir allí esa dieta.

Mi primer libro "paleo". 


En aquellos años, y aunque soy un viejuno, os digo que no fueron muchos años atrás, había una pirámide, una dieta equilibrada, el balance energético, la dieta mediterránea, y muy poca cosa más. Era, sota, caballo y rey. Y todo lo que se salía de ahí era muerte y destrucción. Y sí, era muerte y destrucción por parte de los más mediáticos divulgadores dietistas-nutricionistas de aquel entonces. Basta leer algunos post míticos de algunos “supernutris” sobre algunas dietas ahora muy populares para darse cuenta de lo que ha cambiado la cosa.

Por aquel entonces Luis Jiménez, empezó a hacer más populares los estudios científicos sobre nutrición, y surgieron algunas dietas muy polémicas, como la Dieta Dukan. A raíz de ésta, se popularizo un blog en aquel entonces bastante guerrero e interesante. Lo que su medico no sabe, escrito por Álvaro Campillo. Yo por aquel entonces ya leía, a Harvard School of Public Health, hacía cursos de nutri en inglés, y leía mucho en ese idioma, y veía que no todo estaba tan claro como lo pintaban en la universidad. Empecé a leer sobre las dietas bajas en índice y carga glucémica, sobre las dietas bajas en hidratos de carbono, dietas cetogénicas. Por aquel entonces, desde luego la dieta Paleo y las dietas vegetarianas no eran tan populares, aunque por ejemplo sí escuchaba gente que padecía alguna enfermedad y les iba muy bien con una dieta macrobiótica.

Mis primeros libros de nutrición


Leia lo que me parecían verdaderos disparates de dietistas-nutricionistas, ya os digo, no hay que mirar mucho tiempo atrás, para ver que se decía que las dietas bajas en hidratos de carbono eran unas autenticas asesinas, que con la dieta paleo lo máximo que podías aspirar era a vivir 20 o 30 años, que si seguías una dieta vegetariana te iban a faltar nutrientes y casi tendrías desmayos cada dos por tres. Salirse de la dieta equilibrada estaba mal visto, y lo curioso es como son las modas. Unos lideraban los movimientos, y otros, una gran mayoría, aplaudían convencidos cual palmeros al pastor. Creo, que lamentablemente, en eso último, ha cambiado poco la cosa.

Recuerdo en aquellos años, que debatía con Álvaro en twitter, también bastante con Carlos Rios, y uno de mis referentes, que sigue siéndolo, era Lucía Redondo. Intente hacer algo, para dar un golpe sobre la mesa y entre los cuatro hicimos una segunda parte de un post, en un viejo blog de Carlos Rios que tuvo mucha mucha repercusión. Fue una apología, con más de 80 referencias bibliográficas a las dietas bajas en hidratos de carbono. Por fin, las grasas no eran las culpables de todos los males.
En aquel entonces leía a NutriEntrena. Todavía recuerdo esos post interminables llenos de enzimas, mioquinas, citocinas, y un largo número de palabros larguísimos y casi inentendibles. Tenía que leer varias veces los post, pero aprendía muchísimo. Y me preguntaba, ¿cómo puede una persona que sabe tanto defender un tipo de alimentación evolutivo? Y seguía leyendo.

Mis primeros blogs


La verdad es que en esa época estaba siendo influenciado por el ambiente paleo. No era paleo, pero me daba tanta rabia cuando dietistas nutricionista atacaban sin ningún fundamento ese tipo de dieta. Eran argumentos realmente penosos. Se puede “atacar” la dieta paleo. Pero primero, curratelo, lee, lee y lee más. No cojas un libro de un gurú, y empieces a extrapolar como si todo el mundo paleo le siguiera a pies puntillas, porque así no van las cosas. Y desgraciadamente en España y en el mundo a la gente le gusta mucho hablar, sin conocer, sin obtener previamente buena información. Y lo reconozco, algunas veces yo he cometido ese mismo error. Una vez me las di de listo y empecé a hablar de nutrición deportiva. Rápidamente, ZAS! me callaron la boca y poco más he vuelto a hablar sobre el tema. No todos somos expertos en todo, aunque sea bueno no ser un inepto en la mayoría de las cosas.

De lo poco que he leído de deportiva


Mi nutrimundo seguía siendo el debate, y con la creación de DSP muchas cosas cambiaron. Se dio voz a mucha gente, dietistas nutricionistas o no, que no seguían precisamente la corriente oficial. De hecho, muchos oficialistas nunca quisieron enfrentarse a estos supuestos “magufos”. Había investigadores Paleo que, argumentando, nos daban cien patadas a algunos dietistas-nutricionistas. Se hicieron hangouts sobre dietas cetogénicas sin ningún tipo de problema y con una normalidad pasmosa. Me encantaba, se estaba haciendo dudar a la gente. Bloggers como Marcos Vazquez, al principio odiados por el colectivo nutri, poco a poco eran más respetados. La gente como Maelan Fontes, Oscar Picazo o mi maestro Pedro Bastos defendían sus teorías de una forma muy humilde, pero a la misma vez exquisita.

¿El mejor debate de la historia de DSP?


Y no me quiero olvidar de aquel “conspiranoico”. El gran muscleblog, el que dijeses lo que dijeses y fueses quien fueses, siempre podía responderte con un Zasca, en toda la cara. Con las interacciones con Muscle, había que tener mucho cuidado, por no decir miedo. Sólo con ver su avatar de Morfeo, esperábamos un par de estudios que contradijeran nuestras teorías en su totalidad. Con muscle, y con mucha gente de las que he hablado me di cuenta que lo que menos importa son tus “títulos” académicos. Lo que más importa es tu formación, y esta gente discutía sobre la exposición solar, cremas solares, vitamina D, sobre los lácteos, sobre el colesterol y la hipótesis lipídica, y sobre muchas cosas más, con unos argumentos mejores que verdaderos profesionales presuntamente expertos en la materia. No era simplemente llevar la contaría porque sí, era informarse bien y tener las cosas super claras para poder debatir con mejores argumentos que tu interlocutor.

¿Sigues a tu grupo, a tu gurú o pensarás por ti mismo?


Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero en aquellos tiempos, en twitter había muchos mas debates, en twitter se aprendía mucho más que ahora, y en twitter habitaban ansias voraces de conocimiento. Después se fue pasando a lo visual, y ahora triunfa Instagram. Pasamos del debate, a la imagen. Y perder el debate, para mí, es perderlo todo. Quizás en Instagram hemos dado muchas ideas de platos molones saludables, quizás esta bien dar ejemplo, quizás la imagen de los instalgramers no es real, quizás esa gente no coma siempre esas cosas, quizás esa gente no siempre tenga esa sonrisa, quizás Instagram no sea real, sino lo que queremos que sea la realidad, y desafortunadamente no lo es. Soy un hater de Instagram…lo se :p

¿Es cierto todo lo que parece?


Pero dejando Instagram aparte, ¿por qué puede ser peligroso esa pérdida del debate, de la diversidad? ¿Por qué? Porque siempre va a haber lideres de opinión, que lleven tras de si a cientos, incluso a miles y miles de personas, profesionales y no profesionales. Y qué bien hablan. Que oratoria. Que facilidad para hipnotizar a las masas. ¡Que peligro!

Reconozcamos una cosa. A nuestro cerebro no le gusta la incertidumbre, sino que busca la seguridad. Y la seguridad no se la da un divulgador inseguro que contesta a una pregunta: Este punto no lo tenemos claro, necesitamos más estudios, la nutrición no son matemáticas, etc. La gente quiere saber si esto es bueno o malo, qué dieta es la mejor, y quiere sentirse comprendida y aceptada integrándose en un grupo. Y muchos divulgadores han sabido transmitir muy bien ese mensaje y son lideres de opinión.

Incertidumbre


¿Cuál es el problema? El que se pueda ocultar parte de la “verdad”. Con el debate, enriquecemos nuestros puntos de vista porque miramos desde diferentes perspectivas, pero cuando un tipo de personas o divulgadores dan el mismo mensaje, cuando deja de haber debate, es mucho más difícil y te sientes más solo si vas a contracorriente. Lo primero, si estas en un grupo, y dices cosas que van en contra de las “bases” del grupo, no molas. Y cómo no molas, o te callas, o te excluyen, e intentan que acabes en el ostracismo. Eso lo tengo claro.

Otra opción mucho mas chunga es cuando dices cosas incomodas a “poderosos” del gremio, que actúan como verdaderos mafiosos, llamándote por teléfono y amenazándote con demandas y con que ellos tienen todos los abogados pagados por ti (colegiado), y tú te tendrás que buscar la vida, porque les estas jodiendo su reputación. Luego también es verdad que en tu camino también te decepcionas con gente que crees que tiene las mejores intenciones para el gremio, son tus supuestos amigos, y luego te meten la puñalada trapera, porque realmente sólo les importa su avidez y ansia de enaltecimiento propio, de grandeza, de poder, de egocentrismo, sea el precio a pagar cual sea. ¿Qué más dará un amigo más o un amigo menos si lo que quiero es mi gloría a cualquier precio? Bueno, no nos desviemos, que esto iba de líderes de opinión, rebaños, debate y de llevar la contraria.

Y sí, por aquel entonces, yo leía a muchos gurús, de la dieta evolutiva. Y aprendí mucho de ellos. No todos eran unos magufos que basaban sus argumentos en mitos y leyendas. Había profesores de Harvard, médicos que habían mejorado extraordinariamente enfermedades autoinmunes, personas que habían publicado decenas de papers sobre nefrología, autoinmunidad, lácteos, personas como Anthony Colpo que argumentaban con miles de estudios científicos, personas humildes como Staffan Lindeberg, investigadores como Guyenet, y otros que aunque no fueran paleo, se aproximaban, como Alessio Fasano, Chris Kresser o muchos más, de los que se puede aprender muchísimo tanto en sus libros como en sus podcast o en los videos del Ancestral Health Symposium. Realmente en este mundo virtual, el saber sobre un tema sólo exige voluntad y constancia.

100% Recomendables


Aprendí mucho, pero miraba el mundo con una perspectiva mas cerrada. Lo bueno es mi avidez por el debate, y siempre que me apuntaba a algún hangout de DSP, la inmensa mayoría de las veces intentaba defender el punto de vista que no compartía. Y eso me enriquecía profundamente. Aprendía qué piensan los “contrarios”. Me reafirme en que no hay verdades absolutas en nutrición, y en que muchos caminos pueden llevar a la salud. A ver si iba a tener razón Weston Price en Nutrition & physical degenaration y se puede comer de mil formas distintas y alcanzar igualmente una buena salud.

¿Piensas que las dietas bajas en grasa son lo peor que ha hecho nunca el hombre, y que las bajas en hidratos son las mejores?…pues lee a Campbell, Ornish, Fuhrman, McDougal, Barnard, mira sus debates en la tele con Atkins y Barry Sears.

Hacen falta más debates de estos. ¿Quizás en NutriSapiens?


Que crees que la proteína es el supernutriente del siglo, te has dejado seducir por Michael Eades; pues lee a Garth David, en protein-aholic.
¿Crees que Odile Fernández e Hiromi Shinya son un peligro para la salud porque lo has escuchado de Mr Biotecnología y compañía? Pues lee sus libros y después opina.
Te dejas llevar por la medicina convencional, te molan las pruebas diagnósticas, las operaciones, las pastis cómo solución para todo, pues lee a David Healy, a Gilbert Welch, o a Gotzsche. Está claro que la moneda tiene dos caras, y que repetiremos los mismos errores si seguimos mirando sin movernos de nuestro cómodo sillón. Movernos cuesta trabajo, quizás la incertidumbre perturbe nuestro cerebro, pero el que algo quiere, algo le cuesta. ¿Queremos informarnos de verdad, tenemos ansias de conocimiento, o queremos seguir siendo un rebaño, unos palmeros?

Y la nutrición, en los medios, en las redes sociales ha cambiado mucho en los últimos años. Y hay muchos temas en los que yo tengo muchas más dudas que lo que veo en la mayoría de las personas, nutris incluidos.

Por ejemplo, prácticamente se ha acabado con el mensaje de la moderación, para la inmensa mayoría hay alimentos malos y buenos [aunque haya estudios que añadiendo aguacate(bueno) a una hamburguesa(malo) reduzca a cero su capacidad vasoconstrictora y pro-inflamatoria], el alcohol causa cáncer, y como el vino contiene alcohol es muy malo, la grasa engorda, ahhh no, el azúcar engorda, ahhh no, la fructosa engorda, la miel tiene mucha fructosa, luego engorda, ahhh no son los hidratos lo que engordan, ahhhh no, los productos procesados engordan y nos roban la salud. Y muchas veces en estos temas, como lo dice la OMS, o lo dice tal divulgador y tal otro no hay discrepancia. Una amplísima mayoría ni cuestiona esas cosas. ¿Pero son realmente cuestionables? Desde luego que . Y con un poco de esfuerzo (todo cuesta esfuerzo) se podría defender una posición totalmente contraria.

 Por ejemplo, la mayoría de los nutris nos empeñamos en cerrar la vista en los alimentos, centrarnos en comida, comida, esto bueno, esto malo, pero siempre comida. Cuando quizás sea ese el problema. Puede haber vida y satisfacción, más allá de la comida. Y buscar el gozo y el bienestar sólo en la comida quizás sea lo peligroso. ¿Sesgo de nutri?

Comida: ¿Solución a todos los problemas?


Seguramente, la solución a nuestra ruptura amorosa no sea beber 5 vasos de vino por las noches, ni inflarnos a napolitanas. Ni la solución a nuestro trabajo de “mierda”, o a nuestra mala situación económica, o a la discusión con nuestros familiares. ¿Buscamos evadirnos? ¿La solución a mi vida de pareja de mierda es hacer un viaje al extranjero? ¿La solución a la mala relación con mi jefe es irme de vacaciones?

Quizás no sea mala idea, antes de buscar una respuesta fuera, preguntarse a uno mismo: ¿qué me hace feliz? ¿qué me preocupa? ¿qué me causa mal? ¿por qué hago lo que hago? ¿qué me lleva a discutir con la gente que quiero? ¿Por qué guardo rencor?

El trabajo de DN no es tan fácil cómo: La obesidad es un desbalance energético. Como gastas menos calorías de las que ingieres engordas. Eso es cierto, pocos (aunque cada vez son más) discuten las leyes de la termodinámica. Pero, de verdad: ¿estamos ciegos? ¿de verdad creemos que la gente come más porque sí?¿porque quiere estar gorda, estar enferma? ¿Son acaso unos masocas?
¿Pasáis consulta? No veis lo que los que les suele llevar a refugiarse en la comida son sus problemas personales, económicos, etc. ¿No veis que tenéis que hacer más de psicólogos que de nutrís? ¿No os dais cuenta que ni en los países que hay más nutricionistas, ni en los que nutris están en la sanidad pública, ni siquiera ahí, se reduce la obesidad y el sobrepeso? ¿No será que la solución no sólo es nutricional? PIENSA

#NoComment


Está claro, lo más fácil es culpar a la industria alimentaria porque hace alimentos muy palatables, muy ricos, e hiperprocesados. Pero ¿Por qué los hace? ¿No será porque la gente los demanda y quieren ganar dinero? No sería bueno preguntarse por qué la gente demanda ese tipo de producto y no demanda tanto tofú ecológico, o semillas de algarroba. ¿Acaso la gente es subnormal y no sabe que ni una coca cola, ni un Big Mac con patatas gigantes, son lo mejor para su salud?

Pues termino, la verdad es que quería escribir sobre la leche cruda, pero al final se me ha ido un poco la pinza con el nutri-mundo. Así que dejaremos para el próximo post, todo este revuelo sobre si al volver a beber leche cruda se conseguirá acabar con la raza humana. Porque sí, me ha parecido en estos días que el mayor problema de salud pública era la normalización de la venta de leche cruda. ¿Realmente es tan peligroso? ¿Tiene algún beneficio su consumo? ¿Cuáles son sus riesgos? ¿La esterilidad es siempre el mejor camino?

Esto y mucho más en el próximo post de NutriAnarquía, que sí, tantos meses después, ha vuelto.






8 comentarios:

  1. Al menos de la 1a temporada, sin duda el DSP Paleo fue el mejor debate de todos :D
    Uff... y ese estudio del aguacate como me gusta usarlo de modo sarcástico para mostrar lo fácil que es hacer ver como "saludable" en un estudio a cualquier producto, aunque algunas veces parece que mas bien he logrado el efecto contrario (supongo que no soy muy bueno con el sarcasmo, xD!).

    Y muy importante lo que mencionas, a los profesionales de salud y en particular de nutrición, no debería bastarles lo que aprenden en la escuela sino que deberían leer por su cuenta, y además no basta solo con leer mucho de un tema, sino que hay que diversificar la lectura con temas o autores de pensamiento incluso opuestos entre si, pues no hay otra forma de formar un buen pensamiento crítico sobre cualquier tema.

    Sobre Instagram, ya no es solo que ahí se pierda el debate, sino que es peor, se ha vuelto una plataforma meramente comercial donde el producto es uno mismo e incluso en algunos casos, ademas puedes usarte para promocionar al mismo tiempo un segundo producto (sí, también soy un hater, xD!), pero por muy irreal que sea, tampoco es de extrañar que se haya vuelto tan popular, pues precisamente la parte "social" de esta red social supera con creces a la de sus similares, al mantenerse la interacción de una manera estricta y directamente personal, donde en la mayoría de publicaciones veces ves a las otras personas en diversas situaciones de su vida (que se supone es el objetivo principal de una red social) y sin la "distracción" de contenido fútil como suelen estar plagadas las otras redes.

    Y sobre la leche cruda, y considerando la poca información que pude percibir desde este lado del charco, todo el revuelo me pareció no solo por el riesgo que conlleva su consumo (que también), sino más que nada por lo que implica que se legisle y hasta de publicidad a su favor de manera innecesaria (por no aportar ninguna ventaja sobre la leche pasteurizada y encima representar un posible riesgo de salud) o habiendo temas alimentarios más importantes que se deberían abordar antes, con lo cual estoy de acuerdo, sin embargo me pregunto si quizá sí podría haber alguna "ventaja" que se este opacando por las críticas a su riesgo de salud, por ejemplo, quizá de esta manera le es más fácil al productor de manera directa su producto y obtener así un poco más de ganancias e incluso así incentivar el desarrollo económico de la región, quizá también reducir un posible desperdicio de leche, etc, aunque admito que estas o cualquier otra "ventaja" que pueda pensar no me parecen motivos de mucho peso a su favor, como sea, todo esto son elucubraciones de alguien con apenas conocimiento de la situación.

    En fin, un gusto leerte de nuevo y espero no pase mucho tiempo antes de volver a hacerlo ;-)
    ¡Un saludo!

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  2. Muchas gracias por tu comentario Nicolas. Me alegro de no ser el único hater de Instagram, aunque no dejan de decirme que esa red social es el futuro y que tengo que empezar a subir contenido por allí. Yo de momento resisto, porque me niego a que el futuro sea eso. El mío, al menos no lo será (aunque nunca digas...).
    Totalmente de acuerdo en la primera parte de tu comentario. La verdad es que tengo suerte de tener esos lectores que no sólo captan en mensaje sino que lo transmiten excelentemente.
    Con lo de la leche cruda, me gusta el tema, sobre todo por mi experiencia personal, y por lo que leí de ella. Espero contarlo en el próximo post, y que cómo tu bien dices no pase mucho tiempo. Un cordial saludo y mil gracias por comentar.

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  3. Hola Rubén. Muchas gracias por enriquecernos con tu sabiduria. Razón tienes cuando dices que hay que leer y buscar contraopiniones. Me gusta mucho cuando dices que la ingesta de los alimentos está relacionada con los problemas económicos o personales. La dra. Pilar Senpau tiene un libro, "Aprender a adelgazarse", en que explica que los sentimientos, las emociones juegan un papel clave en nuestra manera de comer.
    Sí, además de saber las características de cada alimento, de cómo nos afecta a las células, de cómo hay que combinarlos y cocinarlos, está el aspectos psicológico de la persona. Pues no dejamos de ser un saco de emociones que nos rigen en todo nuestro comportamiento. Muchas gracias Rubén. Espero tu post de la leche cruda!! Gracias!

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    1. Muchas gracias Alicia por tus palabras, aunque no me considero un ejemplo de sabiduría. Desde luego, me quedan muchas cosas por aprender. Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario, realmente las personas comemos por algo, y nuestras sensaciones, nuestro estado de ánimo, nuestras emociones son básicas. Sin comprender porqué comemos será muy difícil resolver el problema. Ese aspecto psicológico es básico, y muchas veces, una vez resuelto ese problema emocional, personal, laboral, o de lo que sea, una vez eliminada la causa que nos hace comer más o menos alimentos, todo será mucho más sencillo.

      Es verdad que suena fácil, y realmente no es tan sencillo. La depresión se relaciona más con la obesidad que ningún alimento, incluido la Coca Cola, pero salir de ella no es fácil. Por eso, muchas veces tener el apoyo de un profesional que nos eche una mano en estos asuntos puede ser básico.

      Es cierto, que todos tenemos un psicólogo dentro, pero en algunos casos, lo más sabio, y si sabemos que el problema psicológico es el principal, derivar y conjuntamente será mucho más fácil ayudar al paciente.

      Y oye, el post de la leche cruda ya lo tienes. Espero que te guste. Un saludo y mil gracias por comentar en este humilde y pequeño blog, muchas veces desactualizado. ¡Pasa buen verano!

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  4. Venga, pico. Dices «pocos (aunque cada vez son más) discuten las leyes de la termodinámica». ¿Qué entiendes por discutir las leyes de la termodinámica? ¿Quiénes crees tú que las discuten?

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    1. Jajajja. Bienvenido al blog y gracias por tu comentario. Pues este tema da para mucho, y quizás algún día publique sobre esto. Está claro que nuestro cuerpo no es un horno, y que lo que se observa en la literatura es que se adapta a diferentes condiciones. Nuestro organismo cuando se encuentra con escasez, y entienda escasez como déficit calórico, se resiste a perder peso, y nuestras hormonas ayudan a que cada vez, la pérdida sea más dificultosa, y lo mismo sucede en caso contrario. De esto te tengo que explicar poco, que creo que ya estas muy puesto.
      Todo esto no quiere decir, como afirman algunos que las calorías no cuenten en absoluto. Yo tengo claro que 1 kcal que viene prodecente de un gramo de grasas trans, o de grasas refinadas, o de azúcar refinada, no se va a ser igual que 1 kcal que viene del pescado azul o de cualquier verdura. No va a proporcionar otros nutrientes, saciedad, etc. Pero eso tampoco quiere decir que no se pueda engordar con una dieta basada en "real food", ni que no se pueda adelgazar con una dieta basada en comida basura. ¿Por qué ocurre esto? Porque claramente aunque unas kcal no son "iguales" que otras, las kcal totales son importantes.
      Lo dicho, a ver si algún día me animo a hablar sobre este tema, que da para largo y todas las opiniones enriquecen. Seguro que también la tuya. Un saludo

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    2. Te puedo asegurar que no.
      Como hombre, seguro que tus hormonas no son las mismas que las mías verdad???.
      No se puede tratar el cuerpo humano como una ley de la termodinámica.
      Me sumo a la pregunta... "¿quiénes crees tu que discuten?"
      Por favor, culpabilizar a las personas por la "ineptitud" de los "pseudocientificos" es realmente penoso.

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  5. Hola Leroy. Pues en 2010 llevaba a penas año y poco en la universidad. Yo empecé en twitter en 2013, y por aquel entonces es donde conocí diferentes blogs y foros sobre salud y nutrición, entre ellos Muscleblog. Lamentablemente muchos de éstos, al igual como muchos divulgadores de aquel entonces, de los que aprendí muchísimo hoy en día no siguen divulgando, pero se les lleva en el recuerdo. Muchas gracias por comentar, leroy.

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