Bueno, tengo el blog un poco
abandonado, y como pienso que va a estar así por bastante tiempo, y la segunda
parte del post del vino se va a alargar por lo menos un par de semanas, o meses,
he pensado hacer un resumen y dar la opinión sobre el episodio que tuvimos ayer
con Ana, de nitanhealthynitanfit.
Normalmente no suelo hacer esto,
pero a Ana le tengo un especial aprecio, porque es tan nutrifriki como yo.
Recuerdo cuando nos conocimos personalmente, en una charla que dimos en mi
sindicato de Correos, en Alicante, con apenas 15 personas, tirando a mucho.
Casi eramos más ponentes que personas, pero pasamos un buen rato, y después
tomamos una cerve, bueno ella creo que una coca cola light. Después coincidimos
en la comuna del Summit Paleo de hace ya casi 3 años, donde Alex y yo tuvimos
la lucha de dietas entre la Paleo y la Vegana. Recuerdo que nos quedamos hasta
las tantas con nuestras conversaciones nutrifrikis, y no se me olvida un vino ¿blanco?
que se nos quedó corto, ya que en la comuna éramos unos cuantos.
Nuestro grupo de los paleomuffins se convirtió en comuna. |
Ana siempre fue muy activa en
Instagram, pero yo creo que dio un paso hacia adelante cuando comenzó su
andadura en su canal de youtube. Es increíble la facilidad que tiene para
expresarse. Seguramente el tiempo y la experiencia en youtube le han dado todavía
mas soltura, y bueno, aunque seguramente no estamos de acuerdo en todo, y me
jode bastante cuando le pido críticas sobre mis clases, y sólo me dice cosas
buenas. La considero una gran profesional y una amiga. Además, me gusta la
gente que siempre intenta actualizarse, y ella como buena nutrifriki, lo hace.
Al grano, que nos
extendemos. La entrevista empezó con la
autopresentación de Ana, que por cierto, estudia en mi Universidad. Una de las
preguntas que tenía pensadas para ella, era que nos contará como ve la
formación universitaria, y cómo mejorarla, pero vamos, no hay tiempo para todo.
En su presentación fue bastante sincera: Explícanos por qué estás aquí,
preguntó Fernando. Y Ana respondió risueña: Pues porque me habéis invitado.
La primera pregunta la hace
Fernando, y es sobre si hay que tener en cuenta las calorías si estás en
cetosis. Fernando por cierto dice que con la dieta ceto es con una de las que
mejor se siente. Ana, por el contario reconoce no haber hecho dieta ceto, pero
opina que con un buen planteamiento de la dieta y guiándote por el apetito, podrías
ver si vas cumpliendo objetivos. Si no los consigues, pues a revisar que es lo
que estamos haciendo mal. Contar calorías es una posible variable para Ana,
aunque también hay otras. Ana también nos habla de que quizás nuestras
sensaciones con la dieta sean más importantes que la cuenta de calorías
tradicional. También incide en que no todo es déficit calórico, sino que la
actividad física y preservar la masa magra es importante.
Poco que añadir a Ana. Quizás que sí hay
algunos estudios en los que parece que lo que es longevidad, si se vería
ligeramente aumentada con dietas con restricción calórica y sin ejercicio, pero
la sensación de bienestar que te proporciona el ejercicio físico, no lo cambio
por vivir medio año mas sin esas sensaciones y encima con restricción calórica
crónica. Así que coincido con Ana.
Tas su intervención, le hago la
pregunta de somatotropina sobre la importancia de la palatabilidad. Añado una
opinión de Alfonso (muscleblog):“El cerebro
necesita placer edónico, necesitamos cierta dosis de placer, como comer algo
rico. ¿Por qué las dietas fracasan? Porque te estás saltando un principio
fundamental del cerebro…recibir placer. Y un estudio en el que las personas que
comen un dulce en el desayuno, consiguen perder el mismo peso que las personas
que no lo añaden en las primeras semanas, pero continuar perdiéndolo a medio
plazo, mientras que las que no lo añadieron, a medio plazo recuperaron la mayor
parte del peso perdido.
Ana responde de una forma clara,
y en la que estoy totalmente de acuerdo. Adaptación al individuo
metabólicamente y sobre todo como persona y como ser social. “no todos los
individuos tienen la misma susceptibilidad a los mismos estímulos alimentarios”
”cada persona es diferente”, comenta Ana.
Ana sigue diciendo que el trabajo
del dietista ha de consistir en cambiar la motivación para comer de los
individuos, o que al menos, una buena parte de sus decisiones sean tomadas por
consecuencias anticipadas. Más menos entiendo que nos quiere decir Ana, que
debemos saber que tenemos que hacernos responsables para cuidar nuestra
alimentación y salud, por ejemplo, teniendo en cuenta la importancia de las
verduras y las hortalizas, y que en una sociedad sedentaria primar alimentos
densos nutricionalmente pero poco densos energéticamente es muy importante. Ana
quiere que comer algo porque esté bueno, empiece a pesar menos (motivación
infantil para comer), que lo comamos porque es saludable. “No hay que odiar el verde, y hay que negociar
con los pacientes individualmente”, acaba diciendo Ana. La percepción que las
personas tengan del alimento va a influir en que les guste más o menos.
Yo en este punto, por mucho
tiempo he sido más de la opinión de Ana, y para mí comer cosas palatables no me
motivaba. No buscaba placer en la comida, para nada. Yo he seguido una dieta
sin azúcar ni procesados, sin carne y sin pan por un año y tampoco es que en aquél
entonces los echara muchos de menos. Pero seamos realistas, eso nos pasa a
cuatro. La gente sí recurre a la comida en búsqueda del placer, y quitarle todo
ese placer, puede hacer, como decía Alfonso, que la dieta tenga fecha de
caducidad. Por eso, estoy de acuerdo con Ana, que debemos adaptarnos al
paciente, y hacer que éste mejore hábitos, mejore su percepción de ciertos
alimentos y, añado yo, que pueda conseguir sus objetivos, sin perder todas sus
“recompensas”.
Tras la respuesta de Ana, Ceci
pregunta sobre que en vista que no es fácil cambiar los hábitos de los
pacientes, ¿no debería el dietista sentirse en la obligación de formarse en
psicología y neurociencia para tener unas mejores herramientas para obtener
éxito con el paciente?
Ana coincide totalmente en eso,
en que su trabajo es generar cambios de conducta y que le faltan herramientas
para conseguirlo, y que es complicado abordar esos temas en consulta. Hacer
creer a la gente, que sí, que pueden conseguir esos cambios. Que tienen que
autoconvencerse de ello. Pero para cambiar, se necesita motivación, continúa
diciendo Ana. Totalmente de acuerdo con ambas. Nada que añadir.
Después continuo yo, y hago dos
preguntas de twitter sobre los “peligros” del consumo de frutas y de un exceso
de fibra por comida “real”. También añado un comentario de Marc Casañas:”hemos pasado de Real Food es
taliban, a quizás el real food no es tan bueno por exceso de fruta, y conllevar
pasarse con la fibra y dudar de si eso es bueno. La nutrición profesional o no
profesional parece un pollo sin cabeza yendo sin patines por un camino helado”.
Después de unas risas, Ana nos
comenta que ella no se pasa con la fruta, y que ella no generalizaría dando
mensajes de mucha fruta para todos. Aunque claramente el contexto importa, si
vas a dejar de comer fruta, para comerte galletas oreo, es que no has entendido
nada. En cuanto a la fibra, Ana reconoce que no es una experta en el tema, pero
que cuando pasó de una dieta paleo a una vegetariana, el cambio de una pechuga
a garbanzos no mejoró precisamente sus digestiones, pero redujo las verduras y
ahora no tiene ningún problema. A ella no le preocupa su consumo de fibra, ni
cree que su consumo de fibra le vaya a causar un problema de salud.
En este punto, personalmente creo
que el consumo de fruta, por las encuestas de frecuencia de consumo que tenemos
(ej. Estudio ANIBES, no es un problema para el 99% de la población, y que
preocuparse por el consumo de fibra teniendo unas buenas digestiones es una tontería).
Continuo con una pregunta de
Instagram, en la que se le preguntaba a Ana, en qué área le gustaría seguir
formándose. Y si es interesante ser autodidacta. Ella responde que un curso de
buena calidad, te da seguridad y te ahorra mucho tiempo. Y en tu tiempo libre
investigar sobre lo que más te apasione, puede ser un buen complemento. Ana
también nos habla de que, para ella,
sabiduría no son solo conceptos, que las ciencias sin valor practico no sirven
de nada. Hay vida fuera del laboratorio. En ese aspecto un profesional te puede
ayudar, porque seguramente no solo tenga conocimiento, sino su experiencia
clínica. Pero eso no quita, para que de forma autodidacta y mediante diferentes
canales, como las redes sociales, se pueda aprender muchísimo.
En este punto, no puedo estar mas
de acuerdo con Ana. Sinceramente, siempre he dicho que gracias a twitter y a
las personas e investigadores que he conocido gracias a ese canal, me he
formado más y me han motivado más que lo hizo el paso por la universidad. No
digo para nada, que no haya aprendido nada en la Universidad, pero creo que a
nivel practico, mi universidad es claramente mejorable, y que la motivación,
brillaba por su ausencia.
La siguiente pregunta fue de Ceci,
ella le comenta a Ana, que en general las mujeres dietistas, nutricionistas, se
mueven por los campos muy similares: recetas, lactancia, alimentación infantil.
Luego hay un sector de esas personas, que reclaman un papel predominante en
congresos de nutrición. Ceci pregunta a la gente sobre su preferencia y éstas
piensan en que no hay color entre el trabajo que cuesta publicar una receta, y
el trabajo que cuesta hacer un artículo que requiere un aprendizaje, y que
estas personas claramente inclinan la balanza hacia una parte. ¿Cómo pueden los
futuros y presentes nutricionistas entender la importancia de leer estudios
científicos, de aprender metodología? Porque si no, no van a saber aplicar
nada, van a hacer lo que hayan leído por cualquier medio. Tú no tienes los
conocimientos, sino que los has ido aprendiendo procesados por otras personas.
¿Qué les dirías a ellos? termina Ceci
Ana nos explica que en la carrera
no se profundiza el tema de la metodología científica, y como quiere aprender,
ella se está formando por su cuenta. Además no podemos dedicarnos a todo, no
hay tiempo material. Respecto a feminismo y cuotas, Ana no está de acuerdo con
ellas. Dice Ana: “a mi me da igual que el curso lo de Maelán o Manuela, yo lo
que quiero es aprender, pero si Manuela no existe, ¿qué quieres que haga?”. No
se trata de poner mujeres por la simple razón de que haya mujeres aunque no
tengan idea en el tema, por supuesto que no, sigue diciendo Ana. Y es cierto,
añade Ana, que quizás biológicamente a la mayor parte de mujeres les atraiga
más el campo de las recetas y la nutrición infantil que otros campos como el
científico, en el que normalmente resaltan más los hombres.
Mi opinión en este tema la he
comentado en mi blog varias veces. Los nutricionistas no podemos ser expertos
en todas nuestras áreas. Me encantaría que pudiese sentirme orgulloso de mi
gremio por tener grandes científicos, pero también por tener grandes
divulgadores, grandes nutricionistas clínicos, deportivos, grandes nutris en la
Industria alimentaria en campos como innovación y desarrollo de nuevos
productos, en nutrición infantil y lactancia, en geriatría, en cáncer. Creo que
todos sumamos en este, nuestro nutrimundo. Aunque entiendo a Ceci, porque desde
luego, currarse un artículo como los que ella publica en su página, o como los que se curra mi amiga Ángela para su tesis, o cualquier otro investigador que publica un paper, no cuesta
el mismo trabajo que hacer una receta, eso está claro.
Luego me resulta cuiroso, que nuestro anterior
invitado en NutriSapiens, Abel Novoa, recomendara a los sanitarios no leer
estudios clínicos, porque podían hacer perder la perspectiva de lo que era más
importante en la práctica clínica y cambiar tu forma de tratar al paciente, y
decía él que había que dar 7 años de margen para aplicar lo que se va viendo en
los ensayos.
Yo creo también que no es lo
mismo experimentar con fármacos, que sí pueden tener sus efectos secundarios,
que con comida, o con un suplemento de magnesio, pero sinceramente cada vez me
gusta menos el campo científico, y más el tema social y psicológico. Cada día
leo de más estudios manipulados, los investigadores tienen igualmente sus
sesgos, y tienden a buscar sus resultados estadísticamente significativos porque
les va a garantizar una publicación en una revista de alto impacto. Participé
en un ensayo clínico y fue una chapuza y un desastre en toda regla, y los
estudios observacionales también tienen sus limitaciones.
Sinceramente creo que hay
investigadores que viven en una burbuja, y que el mundo y la práctica clínica
son muy diferentes a investigar sobre marcadores de salud en un laboratorio. Me gustó mucho un
paper que leí hace no mucho, se llama: Diabetes y dieta: la perspectiva de una
paciente y de un dietista, y me encantó sobre
todo ver el relato del paciente. Esta sufría mucho estrés, pasaba sola mucho
tiempo con sus hijos, le diagnosticaron depresión post parto, cuando hacía
dieta lo hacía por un tiempo, pero cuando algo le molestaba, volvía a entrar en
malos hábitos. Después, cosas de la vida, perdió a su padre, su marido perdió a
sus dos padres en poco tiempo, su madre enfermó y ella subió mucho de peso. Ella afirmaba que “La única forma en que podía
enfrentarme a apoyar a mi mama y a mi marido era comer libremente. Todos los
buenos consejos eran ignorados mientras retrocedía cada vez más”.
Mi
opinión es que si queremos ayudar a los pacientes, hay más que el hecho de
investigar sobre los procesos celulares y metabólicos que se producen conduciendo
a esta persona a engordar y a desarrollar diabetes. Creo que es más importante entender
el problema específico de cada paciente y darle una alternativa.
Imaginemos la
solución de: Engordas porque comes más calorías de las que gastas. ¿enserio? ¿arregla
eso el problema? Eso ella ya lo sabía, pero no sabía enfrentarse a sus
problemas de otra manera que comiendo liberalmente. Sinceramente creo que la
perspectiva social y psicológica y la individualización teniendo en cuenta los
contextos, son básicos para nuestra profesión. Y creo que está bien que todos
los nutris tengan una base sobre metodología, pero sabiendo lo que hay, y lo
que hay es que en la mayoría de las ocasiones, la práctica clínica, tú
experiencia, escuchar al paciente y saber tratarlo son los que van a determinar
en mayor grado la eficacia del tratamiento. Eso sí, esa base mínima que todos tenemos
que tener de metodología, no estaría mal utilizarla. Si somos divulgadores, y
vamos a hablar de un tema, preparándonos el tema, y no diciendo lo que ha dicho
fulanico, o menganico, porque se llama Juan o se llama Pedro. A mi sinceramente
me ha dolido, ver como colegas de mi profesión escribían autenticas chapuzas, y
luego gente sin titulación les hacían replicas dejándoles a la altura del
betún.
Respecto al feminismo, lo que menos me gusta de él es la indefensión. El, como somos mujeres ya no podemos hacer nada, porque siempre van a elegir antes a un hombre mediocre que a una mujer brillante. ¿En serio? Pero, ¿en qué mundo vives? La mujer que se lo curre y que sea la mejor en su campo va a tener trabajo donde quiera, y va a ser reconocida e invitada a congresos porque para eso es la mejor. Y la gente pagará lo que sea por aprender de ella. ¿Eres mujer? Pues lucha y trabaja como todo ser humano por lo que te apasione, y olvídate de tú género. Seguramente llegarás lejos.
Fernando observa que tanto en
youtube como en twitter preguntan sobre los edulcorantes. ¿Qué hay de malo
añadir edulcorantes para disfrutar de la comida? Preguntó DaniScience, y otra
chica, preguntó si habría algún problema en utilizar habitualmente edulcorantes
acalóricos. Ana, que no es mucho de palatabilidad, claramente dice que ella
prefiere no tener ese aditivo dentro de su cuerpo. Ella necesita menos palatabilidad
y mas horas para el deporte, para pasear, y para tomar el sol. Suficiente
palatabilidad, tienen ya los propios alimentos. Además, algunos edulcorantes no
le sientan bien a su intestino. Pero sin embargo habla del contexto, y de una
relación coste-beneficio. Y ella los toma cuando consume su suplemento de
proteína de guisante, que parece ser que no es muy palatable, que digamos.
Ana nos comenta que si ella tiene
una tableta de chocolate del 99% le dura una semana, porque no piensa en ella,
pero si la tiene con edulcorantes está siempre pensando en ella.
En eso veo que cada persona es
diferente. Yo tengo meses unas tabletas de chocolate del 70%. Tardo tanto en
acabarme esas, que las del 90%.
“No es malo disfrutar de la
comida, pero tengamos en cuenta todo lo que la comida aporta, y no sólo las
sensaciones que nos produce comerlas”, concluye Ana, y lo ejemplifica con el
sexo. No es malo tener sexo por placer, pero si te olvidas de que puedes tener
un hijo si no tomas precauciones, puedes tener un problema. Totalmente de
acuerdo, Ana.
Continúo yo con mi última
pregunta sobre ¿quién es el responsable de nuestro peso? ¿son nuestras
decisiones, que es lo que piensa la inmensa mayoría, o no somos tan conscientes
de ellas, y en cierta manera vienen pre-determinadas desde nuestro nacimiento?
Ana habla sobre un[video] que compartió en twitter y del diferente comportamiento ya desde niños con la
comida. Que pueden influir una multitud de factores en ellos. Pero eso no es
excluyente, con que personas que tienen suficientes medios económicos y
cultura, tomen muy malas decisiones, y que quizás sean esclavas de otras cosas,
como de tener una nula gestión emocional. Si mi planteamiento es que estoy
determinado por el ambiente, no voy a poder cambiar nada en mi vida que no me
guste. El ambiente sí nos condiciona, pero tenemos el poder de cambiar ciertas
cosas, otras no y tendré que aceptarlas. 100% agree, Ana.
Ceci termina preguntando a Ana
sobre qué piensa sobre los divulgadores en nutrición que divulgan sobre lo que
ellos comen, y tratan de predicar su estilo de vida como el correcto, sea este
el estilo o forma de alimentarse que sea. Del otro lado de la pantalla no
sabemos quién está leyendo ese mensaje y si eso le puede afectar o no. ¿Cómo
crees tú que influyen esos mensajes en la población? Termina su pregunta Ceci.
Ana nos cuenta entonces una
experiencia personal….ella lanza el mensaje de llena tu plato con verduras y
con una fuente de proteínas y grasas saludables. Pero hace una semana, le llega
un mail de una chica ingresada en un hospital por anorexia, y justo el ejemplo
que ella había puesto en su video (plato de pasta con salchichas) era lo que a
ella le habían puesto para comer ese día. Ella le pedía ayuda porque no se
podía comer eso.
Ana le dijo que confiara en el
equipo médico y en su familia, que eran los que le estaban cuidando. ¿hasta que
punto nos podemos hacer responsables del mensaje que divulgamos? Se pregunta
Ana. Seguramente lo hacemos porque creemos que lo estamos haciendo bien, y que
eso va a beneficiar a todo el mundo, pero es posible que personas que estén
pasando por un momento específico de sus vidas, quizás le haga mas mal que bien
ese mensaje. Añade Ana, que no es muy lógico dentro de un personal sanitario el
a mi me funcionó, o el extrapolar resultados personales, sabiendo que solo eres
un n=1. Me encanta lo que dice Ana: “Si veo que una persona dice que lo suyo es
lo mejor, automáticamente lo voy a dejar de seguir”.
Bueno, como ya llevo más de 3.000
palabras, y quiero que veáis la entrevista en nuestro canal, no os desvelaré el
final, ni los libros que Ana nos recomienda, para eso os dejaré el enlace [link] y
podréis verlo por vosotros mismos. Y la respuesta a la pregunta del momento:
¿qué pensará Ana de la dieta carnívora? Todo eso y mucho más en el episodio
número 12 de NutriSapiens.
Por cierto, no quiero despedirme
sin darle las gracias a Ana, por ser así de auténtica y natural, por mojarse y
decir siempre lo que piensa, y porque para mi es un orgullo que haya dietistas
y futuros nutricionistas como ella. Mucha suerte con todo, amiga, y ¡hasta
pronto!
Muchas gracias Rubén. Así ha empezado mi día, leyendo tu entrada sobre nuestra "nutrisapienscharla". Es un honor de verdad haber estado con vosotros: contigo, con Ceci, con Fernando e incluso la esencia de Marc en ese pato con patines. Poder compartir momentos y aprender de personas que admiro mucho. Gracias por haberme dado un espacio en tu blog y dedicar tu tiempo a escribirlo. Sin querer restarle importancia a todo lo que aprendo de vosotros, me habéis hecho pasar una hora fantástica. Incluyendo las partes que no se emiten. Y eso parece que está más relacionado con la salud de lo que se cree :)
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Ana, y por tus palabras. Eres un encanto. Aunque seguro que también tienes tú lado malo, ¿eh? :p
ResponderEliminarDe verdad gracias por haber aceptado nuestra invitación y haber pasado un ratito de charla nutrifriki con nosotros. Yo me lo he pasado genial, así que espero coincidir contigo más temprano que tarde y seguir con esas conversaciones. Y totalmente con las últimas palabras, así que a ver si echamos un vino pronto ;)
Cuídate, y mucho animo con todo.